Aloha mis queens!
Siempre mi mamá ha sido mi partner, a la que le cuento mis dramas, felicidades, éxitos, sobre todo al ser hija única era ella a quien recurría. Así desde muy chica, cree un lazo demasiado fuerte con ella, y fue ella quien me enseñó del arte y de ser una mujer independiente.
Me guió por el camino de la creatividad, toda mi familia también les gustaba mucho pintar y hacer esculturas, y mi mamá también vio ese ojo artístico en mí, por eso siempre se preocupó que parte de mi educación estuviera potenciada en lo que más me gustara. Y también, para complementar un poco mi pasión, me enseñó que el deporte es muy importante, no por un tema ni estético, ni de excelencia, sino como una ayuda para soltar y botar tensiones y estar siempre activa.
Obvio que no todo siempre es color de rosa como me gustaría, pero nuestra amistad es real, ella es mi mejor amiga, y siempre estaremos la una por la otra.
Con el tiempo uno empieza a dedicarle menos a su familia y obvio por ende a su mamá, siendo que ella es quien nos dio todas las herramientas para poder seguir adelante. Pero, como buscamos un espacio para nosotras, para relajarnos, o salir con amigas, también hay que buscar ese tiempo para compartirlo junto a nuestra mamá, y si puedes combinar dos actividades que te encanten como pintar y comer algo rico, qué mejor?!
Cuesta mucho con todo el trabajo, el ajetreo, los tacos, que hay que movilizarse, pero no hay nada más reconfortante que llegar y recibir ese siempre merecido abrazo, que tu sabes que lo necesitas tanto como ella, y que finalmente uno siempre se va con una sonrisa de oreja a oreja.
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